¡Hablemos de Arqueología!

Abril 20, 2024
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Marcela Zapata, Andrea Garza, y Rosaura Sanz: "las arqueólogas"
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¡Hablemos de Arqueología!

"Las excavaciones han implicado mente, corazón, espíritu y cuerpo. Ha sido un proyecto en el que nos hemos volcado por completo."

Querida Familia Magdala:  

El día de hoy iniciamos con esta serie de publicaciones dedicadas a la Arqueología de Magdala. Nos llena de emoción, como arqueólogas, compartir con cada uno de ustedes, de forma familiar y cercana, algunos de los secretos de la antigüedad que hemos podido descubrir y revelar a través de nuestro trabajo en este fascinante sitio arqueológico de la Tierra Santa.  

Hace unos años, entre el 2010 y 2014, Magdala no era un lugar turístico popular en la región de Galilea. De hecho, fueron pocos los turistas y peregrinos que confiaron en los rumores que anunciaban una nueva excavación en el lugar donde vivió María Magdalena. Estos viajeros, que salieron de sus rutas establecidas y se adentraron en Magdala, se encontraron con una antigüedad recién descubierta. Sobre todo, fueron recibidos con gran alegría por voluntarios y arqueólogos que salíamos de nuestras áreas de excavación para explicarles cómo estábamos quitando el velo de tierra al pasado congelado de Magdala, un pasado que llevaba escondido dos mil años.  

Cientos de voluntarios de diferentes partes de mundo participaron en las excavaciones arqueológicas. Aquello parecían la “construcción” de la Torre de Babel, pero en lugar de ir hacia arriba se iba hacia abajo; escuchando al unísono diferentes idiomas, mientras dejábamos al descubierto la antigua ciudad donde vivió María Magdalena.    

Las excavaciones han implicado mente, corazón, espíritu y cuerpo. Ha sido un proyecto en el que nos hemos volcado por completo. A lo largo de más de 10 años hemos sacado a la luz un pueblo; un pueblo que está ubicado a orillas del Mar de Galilea y que, cronológicamente, está dentro del  contexto histórico en el que vivió Jesús; aquel que pasó por todas las sinagogas de Galilea y visitó los pueblos predicando y haciendo el bien.

Para nosotras como arqueólogas, al ir avanzando en las excavaciones y al ir entendiendo los contextos arqueológicos y los materiales, hemos dejado que sean estos hallazgos los que hablen y nos cuenten "su historia". Nosotras, solo somos un instrumento de ellos y de las personas que los hicieron y usaron y que hoy, después de 2,000 años, utilizamos nuestra voz y nuestra pluma para darles vida.

La arqueología es una disciplina fascinante; es un puente de unión entre el pasado y el presente, entre personas y disciplinas. En el ámbito científico, presentamos análisis complejos, datos comprobables discutidos por académicos, debatidos en congresos ante la comunidad científica para después ser publicados en sitios académicos de prestigio. Pero, es verdad que la arqueología también la cubre un velo de misterio, este velo le da la belleza de "lo secreto", de "lo antiguo", de la imaginación.  

Por eso, queremos escribir; queremos invitarte a imaginar con nosotras, con este velo de belleza comprobable con la ciencia, cercana a la verdad. Queremos que veas la belleza del mundo antiguo, la belleza de la región de Galilea en el siglo I y la belleza de la Magdala de la antigüedad.