Antonio del Castillo y el Castillo de Magdalo

"Como a una milla está el monte que llaman de Cristo, por haber sido muy frecuentado del Señor, y era adonde se retiraba a hacer oración"

P. Cristobal Vilaroig L.C.

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17 de febrero, 2023

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Antonio del Castillo y el Castillo de Magdalo

"Como a una milla está el monte que llaman de Cristo, por haber sido muy frecuentado del Señor, y era adonde se retiraba a hacer oración"

P. Cristobal Vilaroig L.C.

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Magdala en la Historia
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Antonio del Castillo y el Castillo de Magdalo

Los peregrinos españoles no dejaron nunca de visitar la Tierra Santa. Poco después de la llegada de los otomanos (1517), pasarían por Jerusalén, entre otros, el poeta Juan de la Encina, que relataría su peregrinación en verso (1519), Ignacio de Loyola (1523) y el famoso compositor Francisco Guerrero (1588). Debido a la difícil situación política, ninguno de estos peregrinos visitaría Galilea: toda su peregrinación se limitó a Jerusalén y sus alrededores.

Fray Antonio del Castillo tuvo más suerte, pues, siendo franciscano, vivió varios años en Tierra Santa y pudo conocerla más en profundidad. Reuniendo toda su experiencia, en 1666 publicó El Devoto Peregrino. De Magdala escribe: “A unas como dos millas pequeñas (de Genesaret) están los campos, en los cuales el Señor sustentó milagrosamente a los cinco mil hombres con los cinco panes y dos peces (…) Junto de aquí está también el castillo, llamado Magdalo, por ser de la Magdalena; y cerca de estos campos, como a una milla está el monte que llaman de Cristo, por haber sido muy frecuentado del Señor, y era adonde se retiraba a hacer oración”. Como se ve, para Antonio del Castillo, algunos de los eventos más importantes de la vida de Cristo sucedieron en torno al “Castillo de Magdalo”.

El libro escrito por fray Antonio se convertiría en la guía obligatoria de Tierra Santa para los cristianos de lengua española. Un par de siglos después, el sacerdote y poeta catalán Jacinto Verdaguer, comenzaría la narración de su propio viaje a Tierra Santa recordando cómo su amada madre “era muy afecta a leer El devoto Peregrino del P. Castillo”.

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