La paz del mundo empieza contigo y tu familia

Volver los corazones de los padres hacia sus hijos, y de los hijos hacia sus padres y entre ellos.

P. Eamon Kelly L.C.

|

26 de febrero, 2025

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La paz del mundo empieza contigo y tu familia

Volver los corazones de los padres hacia sus hijos, y de los hijos hacia sus padres y entre ellos.

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La paz del mundo empieza contigo y tu familia

¿Este Cuaresma seguirás la misma rutina de siempre o moverás la aguja hacia la paz mundial?

Las relaciones humanas deben ranquear muy arriba en nuestras prioridades de vida. Tal vez podamos planificar nuestra actividad cuaresmal desde este punto de vista. Los equipos deportivos, las empresas y todas las estructuras sociales humanas, sin mencionar a las familias, requieren buenas relaciones internas para cumplir su propósito. Así que, profundicemos en los cimientos más profundos de nuestra unidad.


Incluso los no cristianos podrían querer reflexionar sobre algunos de los siguientes pensamientos. Este año hay una rareza interesante. Aunque la Pascua judía normalmente está cerca o a menudo coincide con la Semana Santa, el Ramadán, que dura 30 días, coincidirá con la mayor parte de la Cuaresma, algo que solo ocurre aproximadamente cada 33 años. Así que, el ayuno y la generosidad estarán en el aire para otros mil millones o más de personas. De hecho, los musulmanes se desean entre sí “Ramadan Mubarak wa kareem”, un Ramadán bendecido y generoso, un deseo que también extendemos a todos nuestros maravillosos empleados musulmanes, socios de servicio y amigos aquí en la Tierra Santa y más allá.

Reflexiones para la Cuaresma 2025
Volver los corazones de los padres hacia sus hijos, y de los hijos hacia sus padres y entre ellos. Ver Malaquías 4:6

Dios es amor.
Estamos hechos a su imagen y semejanza (Génesis 1 y 2).
Pero a menudo estamos lejos de tal reconocimiento.
Para que el mundo crea que Dios es amor y que el Padre envió a Jesús para salvarnos, en la última cena, Jesús oró para que fuéramos uno. Jn 17: 20-23
Pero a menudo estamos lejos de tal reconocimiento.
Lejos de la unidad
de la familia,
de los esposos,
de los hijos y los padres,
de los hermanos,
de la familia extendida, las comunidades, el cuerpo político, las comunidades de la iglesia, y la iglesia en general.
Un solo Dios todopoderoso, omnisciente y lleno de amor creó la familia humana a su imagen y semejanza. Todos somos sus hijos. Pero nuestra unidad y hermandad son profundamente desafiadas. A menudo nos encontramos severamente opuestos entre nosotros, incluso aquellos de nosotros que tenemos la bendición de conocerlo y amarlo como el único Dios verdadero.
A pesar de estar tan profundamente unidos, nos descubrimos repugnantemente alienados y a menudo en un conflicto amargo lleno de daño con consecuencias letales multidimensionales.

¿Qué podemos hacer esta Cuaresma para empezar a abordar este malestar?
Jesús también conoce este problema.
Por lo tanto, oró por nuestra unidad antes de morir.
¿Podríamos hacer algo en respuesta a la oración de Jesús en Jn 17: 20-23, para que podamos entrar en su gozo de resurrección? ¿Podríamos vivir como uno dentro de nuestra propia persona, en nuestra familia más cercana y como discípulos de Jesús y como creyentes en nuestro amoroso creador, que es tan providente y misericordioso y siempre nos acompaña? ¿Podríamos, como adultos responsables y hermanos mayores, enseñar a los niños con nuestro ejemplo reformado el precioso tesoro de nuestra unidad como familia, como comunidad y como creyentes?
Tal vez deberíamos comenzar dentro de nosotros mismos con la unidad de cada una de nuestras personas. A menudo experimentamos nuestra división interior. Sabemos lo que es bueno para nosotros, pero no lo perseguimos. Amamos a nuestra familia, pero permitimos que salgan palabras hirientes y no pedimos perdón. Los amamos, pero a veces omitimos las acciones necesarias de ayuda. ¿Qué tal si nos proponemos pequeños actos concretos de humildad y generosidad?
Enseñemos a los niños con nuestro comportamiento transformado. ¿Podríamos como familia también ayudar a algunos vecinos necesitados, incluso los menos agradables? ¿Esta Cuaresma solo seguiremos la misma rutina de siempre o moveremos la aguja hacia la paz mundial?
Oremos por las inspiraciones adecuadas y la fuerza para seguir el liderazgo del Espíritu Santo esta Cuaresma y dar un paso más cerca juntos hacia el gozo de la Pascua. ¡La esperanza no defraudará! ¡Dios es amor! ¡Dios nos ama primero!
La profecía sobre Juan el Bautista, Lc 1:17, hace eco de las palabras de Malaquías: “Y él irá delante del Señor, en el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres hacia los hijos y a los desobedientes a la sabiduría de los justos...”

Conoce a...

Alaa Dagash, Chef Principal
Cuando el Chef Alaa estaba por terminar su servicio militar, fue a ayudar en la cocina y descubrió el amor de su vida: ¡cocinar!
Bueno, se casó, y sus cuatro hijos disfrutan cocinar con su papá. ¡Le encanta involucrarlos! Sus ojos se iluminaron mientras mostraba una foto de su hija de cuatro años luciendo un sombrero de chef.

Alaa nació y creció en Mughar, una zona mixta con familias musulmanas, cristianas y drusas. Su familia es drusa. Vea nuestra nota sobre el pueblo druso de hace un año en nuestra sección de Lugar de Encuentro.

Una vez que terminó el servicio militar en 2003, se dedicó a convertirse en chef y completó el nivel cinco en el Rimonim – Hospitality and Culinary College en Tiberíades. Su trabajo junto a chefs de renombre contribuyó a su propia originalidad peculiar. Se siente cómodo con una gran variedad de tipos de cocina internacional, pero no puede ocultar su amor por la herencia culinaria tradicional local. Ha trabajado en varios hoteles en Galilea y ha sido Chef Principal durante los últimos cinco años.

En su primera visita, los tesoros históricos de Magdala, en un entorno del siglo XXI, cautivaron el corazón de Alaa. Mientras tanto, ha descubierto que en Magdala ¡todos somos una gran familia! ¡Todos nosotros aquí apenas esperamos que los peregrinos regresen y saboreen sus sabores!

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