¿Por qué creemos que tienes que participar del próximo Encounter?

"Gracias por hacernos parte, recibirnos y compartirnos parte de su fervor apostólico que nos devolvió a casa renovados y llenos de alegría."

Familia Álvarez Amarillo

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20 de agosto, 2024

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¿Por qué creemos que tienes que participar del próximo Encounter?

"Gracias por hacernos parte, recibirnos y compartirnos parte de su fervor apostólico que nos devolvió a casa renovados y llenos de alegría."

Familia Álvarez Amarillo

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20 de agosto, 2024

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Surgió la posibilidad de participar del Encounter 2024 y no sabíamos muy bien con qué nos íbamos a encontrar porque no habíamos participado del anterior. Así y todo, decidimos venir a México los dos, con nuestra hija de un año para compartirlo en familia.  

Al principio dudábamos acerca de si era la mejor decisión anotarnos con una bebé porque no sabíamos cómo sería el ritmo de la actividad, si ella estaría de buen humor, si soportaría un viaje desde Argentina siendo tan pequeña. Pero esta no era cualquier invitación o cualquier viaje. Implicaba responder un llamado que nos estaba haciendo Dios de encontrarnos, como familia, con Él en un ámbito nuevo. Por lo que, armamos las valijas y partimos para Puebla.  

Al llegar, los miembros de la organización y los voluntarios no solo fueron más que hospitalarios con nosotros, sino que nos hicieron sentir como en casa. Creemos que las sonrisas de nuestra hija Teresita también influyeron un poco… pero agradecemos profundamente el recibimiento y la acogida que nos dieron.  

En la plática de bienvenida nos dijeron que todo el encuentro se basaba en 4 C: celebra, camina, canta y comparte. Y así fue. Tanto es así que esos son los motivos por los que creemos que no debes perderte el próximo Encounter.

Celebra: la liturgia, puesto que Cristo es el centro de este encuentro de fieles. Las celebraciones de la Santa Misa han dado inicio a cada día y el cierre al finalizar el encuentro. Eso ya nos habla de que Él estaba en primer lugar. Y la Adoración al Santísimo ha sido tan especial que quedará en nuestra memoria. Tocar el manto de Jesús, ese manto que estaba en contacto con Jesús Sacramentado, porque, ¿no es acaso Él realmente presente en la Eucaristía? Podemos decir con certeza que hemos tocado su manto al igual que la hemorroísa. Qué hermoso contemplarlo y comprenderlo así.

Canta: la grandeza del Señor. Los cantos que hubo en la Adoración con el Coro y en el concierto con los cantantes invitados fueron realmente de alabanza, no hay dudas. Llevaron a que todo el predio se convierta en un gran canto de amor al Cielo. Ayudaron a la meditación, a la reflexión, al pedido de súplica y a la acción de gracias por lo que Dios estaba obrando en nuestros corazones al encontrarnos con Él. Y podemos decir que fueron los primeros conciertos de nuestra hija Teresita. Qué hermoso que haya sido alabando al Señor.  

Camina: la peregrinación para el encuentro con Dios. Hubo dos momentos de caminar, pero no solo por el esfuerzo físico sino para rezar y contemplar. Uno fue el camino de la Cruz: caminamos y conocimos distintas capillas de Puebla en las que se encontraban las distintas paradas del Vía Crucis. Hacerlo con el cochecito de Tere por momentos fue más difícil por las calles antiguas de la ciudad, pero fue muy lindo compartir este camino en familia para acompañar a Jesús en su dolor. Y la otra peregrinación fue desde Tecali hacia Cuantinchán, para conocer dos templos muy bellos de la época colonial que nos hicieron comtemplar a Dios desde los ojos del siglo XVI.  

Comparte:  en familia. Hacer este viaje juntos lo hizo más que especial. Pero sentirnos parte de la familia Magdala aún más. El Padre Juan María Solana LC nos supo transmitir su amor por el proyecto Magdala, su visión, su anhelo, su sueño para hacerlo crecer, sus ganas de que todos lo conozcan, se sumen, participen y compartan este deseo de dar a conocer la Tierra Santa, de tocarla, de vivirla. Y es por eso que nosotros también queremos que no te pierdas el próximo Encounter, que Dios quiera, será allá, en la Tierra de Jesús, en la Tierra de María, en la Tierra de María Magdalena, que como patrona de esta gran familia seguramente intercederá para que muchos más puedan sentir la Tierra Santa.  

Gracias por hacernos parte, recibirnos y compartirnos parte de su fervor apostólico que nos devolvió a casa renovados y llenos de alegría.  

Teresa María, Carolina y Agustín.

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