Cada día centenares e incluso a millares de peregrinos visitan Magdala. Como los peregrinos de antaño, también ellos se emocionan viendo la ciudad de María Magdalena y rezando en aquellos lugares que pisaron los pies del Salvador. Pero la mayoría de los tesoros de Magdala siguen ocultos, esperando salir a la luz.

En los últimos años los padres franciscanos han preparado su sitio arqueológico para recibir visitas de modo regular, y no han dejado de emprender nuevas excavaciones para conocer mejor la antigua ciudad de Magdala: ya son muchos los visitantes que pueden admirarlas a diario. Por otro lado, los legionarios de Cristo, tras abrir al público el parque arqueológico con su sinagoga del s. I d.C., la casa de peregrinos y la iglesia, se disponen ya a proseguir las excavaciones en su terreno.  

Sin embargo, el descubrimiento más reciente se dio, por pura casualidad, a manos de la Autoridad de Antigüedades de Israel. Al emprender obras de reestructuración de la carretera que pasa junto a Magdala, el año 2021 encontraron otra sinagoga del s. I d.C. Este hallazgo tiene una importancia extraordinaria: si hasta hace pocas décadas se dudaba de que hubiese sinagogas en Galilea, hoy no solo se puede afirmar que seguramente cada ciudad tenía una, sino que en algunas ciudades había incluso varias, como en Magdala.  

Definitivamente, Magdala sigue siendo todavía una ciudad por descubrir.