Rosario desde Tierra Santa
"El Rosario es una síntesis de los misterios de Cristo: los contemplamos junto a María, que nos dona su mirada de fe y de amor." Papa Francisco
Reza el Santo Rosario acompañado de imágenes de los lugares más importantes de la vida de Jesús. A través de un recorrido visual, por sitios como Nazaret, Jerusalén, el Río Jordán, entre otros, medita cada misterio con textos bíblicos y reflexiones espirituales que te ayudarán a profundizar en la oración.
Esta experiencia te permitirá conectarte de manera única con los Misterios del Rosario, trayendo la belleza y el significado de Tierra Santa a tu momento de oración, estés donde estés.
Reza el Rosario
¿Cómo se reza el Rosario?
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Creador y Redentor mío, por ser tú quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. Quiero y propongo firmemente confesarme a su tiempo. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Y confío en tu bondad y misericordia infinita que me los perdonarás y me darás la gracia para no volverte a ofender. Amén.
Anuncio del Misterio y Padre Nuestro (1 vez por cada Misterio)
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
Ave María (10 veces por cada Misterio)
Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Jaculatoria
María Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora
Dios te Salve Reina
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh, dulce Virgen María!
Letanías (opcional)
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
"Rezar el Rosario no es solo una meditación profunda sobre la vida de Cristo (CIC 971) es también una fuente de paz y consuelo en momentos de tribulación" (San Juan Pablo II). Al rezar el Rosario, nos unimos a la tradición de la Iglesia y nos acercamos más a Cristo a través de María, profundizando nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios.